Vínculos

Como se suele decir, muchas personas pasan por nuestra vida. Unas vienen, otras se quedan, algunas se van y otras incluso vuelven. Y también es frecuente oír que estas personas dejan una huella a su paso. Desde simples detalles, como una imagen en nuestra cabeza, hasta recuerdos completos de vivencias pasadas. Sabemos que suscitarán muchos sentimientos, algunos nuevos y otros jamás vividos, y que sobre todo nos darán miles de experiencias útiles para la vida.

Pero nadie se paró a pensar en cómo aliviar las rupturas de los vínculos realizados. Esas idas y venidas, esas marcas en nuestro corazón. Esos recuerdos que dejan de tener sentido, esos detalles que caen en el olvido. Esos sentimientos de desamor, tristeza, traición, furia, frustración,... dolor.

Sin caer en el pesimismo: ¿No nos encontramos en una alcantarilla llena de flores? Quiero decir, no estoy hablando del eterno sufrimiento en que vivimos, sino de la inconsciencia y falta de prevención ante estos golpes de la vida. ¿Es que debemos golpearnos una y otra vez para aprender de los errores? No hace falta pasarnos toda la vida sin disfrutar de lo bueno por ser conscientes de todo el mal que acecha, pero debemos aprender a estar preparados mentalmente, a saber reflexionar ante lo que en un principio no sabemos encajar y hallar la solución más lúcida posible, sin dejarnos guiar por la furia, la frustración o la tristeza del momento.

Juro que le habría llamado para desearle lo peor. Pero no es lo que en verdad quiero.
Buenas noches, Shaisha.