Abrir las alas

Abre la ventana y siéntate de rodillas. Notaras tus tobillos y espinillas sosteniendo todo el cuerpo pero sabes que no necesitas equilibrio para eso. Abre la ventana suelta tu pelo y grítale al cielo. Mira a ese inmenso azul y espera que una ráfaga de viento te dé su respuesta. Ahí viene, con fuerza, quiere atravesarte pero tu no le dejarás. Deja que te llene pero que no te vacíe. Que tu pelo se ondee y tus ojos se cierren. Es el momento, está en tí. Canalízalo a tu vientre y a tu espalda, ¡abre tus alas! Alza los brazos y siente el viento entre tus dedos. Ahora ya puedes alzarte y hechar a volar...
Y cuando llegues a las nubes, no me busques a mí. Busca lo que siempre quisiste tener y te sorprenderás. Cada lágrima que derramaste tenía su significado, cada puñalada que recibiste tenía su regalo. Ahora lo recibirás todo. Sufre ayer, llora hoy, vive mañana.
En verano solía abrir mi ventana y dejar que el viento me llenara, era tal sensación que casi era imposible no dibujar una sonrisa en mi cara... Tan impresionante, que no puedo no llorar al recordarlo... espero que lleguen pronto esos días... Hasta mañana Shaisha, mi alma.