25 abril 2009

Es más cómodo

Un día más, tan lleno como vacío. Con tantas cosas, con tan poco sentido.
Una noche más. ¿Qué haré hoy para retrasar mi hora de dormir?
Una vuelta más; tal vez si me giro así o si pongo la almohada de esta forma...
Unas horas más... no quiero despertarme todavía, déjame dormir un poco más.


Hay tantas situaciones a las que me debo enfrentar y cosas que debo recordar, que muchas acabo por dejarlas pasar. Así es más cómodo. Pero luego viene el momento en el que el "ya se arreglará" o el "ya iré" pasan a no poder ser. La falta de las cosas que acaban por pasar de largo me obliga a reordenar mi circunstancia. Y entonces me acurruco en mi nuevo orden, cómodo sí, pero es un hueco cada vez más reducido.

Así que paso el tiempo reordenando mi pequeño hueco... en él no daño a la gente. Llaman a la puerta pero no respondo, no quiero arriesgarme. Aquí sólo entran personas que no dependan de mí, que no me necesiten, aunque me muera de ganas de que no sea así y me lo digan. Porque fingir que no nos importamos los unos a los otros da menos miedo. Porque restarnos importancia y restársela a los demás hace que haya menos en juego. Y así, es más cómodo.

Buenas noches, Shaisha.