Prefiero esconderme
Al asomarme por la ventana y notar el frío y el murmullo de la gente me rodeo a mí misma con los brazos para evitar pensar en tu ausencia. Qué estúpida...
Me aferro a la almohada y dejo que mis mantas me abracen, pero las almohadas están húmedas por las lágrimas y me retuerzo en la cama buscando un rincón seco. Quizás te esté buscando, pero no te encontraré. Siempre queda algo que me lo traerá a la memoria...
Descuido mi imagen, mi pelo, mi ropa. Mis fotos son dibujos de un corazón roto. Hoy no quiero peinarme y puede que mañana tampoco. Mi pelo logra ocultar gran parte de mi cara... mi adormilada expresión recuerda al espejo que no he dormido bien... y vuelve esa sensación...
Dicen que el amor duele. Lo había olvidado y ahora me duele en el pecho. Me duele de verdad, es tan real... pero nada volverá a ser como antes... y el futuro está tan nublado...
Me cuesta leer entre mechones de pelo y mi camiseta está mojada porque no he querido secarlo. Mi pijama es ropa negra. Mi expresión es la de una niña a la que le han robado su juguete e intenta resignarse. Mi cabeza no deja de doler.
Cuando yo estoy triste la gente se entristece por mí. No estéis tristes, por favor. Preocuparos por mí no os va a alegrar el día. Ahora estoy bien en soledad. Sonreiré, darlo por hecho. Y sólo lloraré si me dejáis. Gracias, Shaisha.
Estar enamorada es lo que buscaba, no me importa lo que duela.