Helado
Después he llegado a casa he leído un capítulo del libro de euskera que debo leerme para mañana, me he dormido un poco y he comido. Me pregunto cómo ha entrado tanta comida en mi estómago.
Ahora estoy aquí acabando de escribir por escribir porque necesitaba desahogarme. Además estoy estresada y eso me consume mucha energía. Y si lo pienso y digo: "Ali, menos estrés anda" pues me doy cuenta de que me duermo. Así que estoy aquí equilibrando.
"(...) La consecuencia fue que la inminente ejecución de uno de los criminales más aborrecibles de su época se transformó en la mayor bacanal conocida en el mundo después del siglo segundo antes de la era cristiana: mujeres recatadas se rasgaban la blusa, descubrían sus pechos con gritos histéricos y se revolcaban en el suelo con las faldas arremangadas. Los hombres iban dando tropiezos, con los ojos desvariados, por el campo de carne ofrecida lascivamente, se sacaban de los pantalones con dedos temblorosos los miembros rígidos como una helada invisible; caían gimiendo, en cualquier parte y copulaban en las posiciones y con las parejas más inverosímiles, anciano con doncella, jornalero con esposa de abogado, aprendiz con monja, jesuita con masona, todos revueltos y tal como venía. El aire estaba lleno del olor dulzón del sudor voluptuoso y resonaba con los gritos, gruñidos y gemidos de diez mil animales humanos. Era infernal.
Grenouille permanecía inmóvil y sonreía, y su sonrisa, para aquellos que la veían, era la más inocente, cariñosa, encantadora y a la vez seductora del mundo. Sin embargo, no era en realidad una sonrisa, sino una mueca horrible y cínica que torcía sus labios y reflejaba todo su triunfo y todo su desprecio. (...)"
'El Perfume' de Patrick Süskind
El 24 de noviembre sale la película de mi libro favorito, El Perfume, y estoy ansiosa.
¡Si, era el Gran Grenouille!