La extranjera
¿Estoy aprendiendo a ser yo, o enseñando? Dice una canción que quien no tiene talento enseña, y pienso yo que, puede que después de todo no sea tan especial como persona. Al final todos somos iguales (más o menos) y precisamente no me caracterizo por talento. Todo lo que me quiero y me valoro, cada día parece tener menos sentido, y aunque existan personas que lucharían por decirme "no pienses así, boba" poco a poco van perdidendo veracidad. En cualquier caso, me gusta ser llamada intuitiva y sensible, considerarme a mí misma una extranjera que está de paso. Me gusta considerar la multitud como un inmenso mar por el que nadar, una mezcla homogénea en la que no incluirme. Pero tengo miedo a ahogarme y me vuelvo a encontrar a la deriva, tragando un agua que no me merezco. Voy adaptándome, porque aunque me guste no ser parte de esa masa uniforme, no fue mi elección. Y cada vez que me siento excluída o segregada, sin haberlo decidido yo previamente, me encuentro más impermeable. Y ser impermeable, amigos míos, es lo peor que me puede pasar, porque soy un maldito animal social y necesito beber de la gente. ¡Hay que ver qué de humedad!
Buenas noches, Shaisha.
P.D.: No es del todo bueno que escriba en el blog, mucha gente sabe que lo hago, más que nada, cuando me siento mal. En fin.
Buenas noches, Shaisha.
P.D.: No es del todo bueno que escriba en el blog, mucha gente sabe que lo hago, más que nada, cuando me siento mal. En fin.