24 septiembre 2008

Universitaria

Pues así comienzan los días lectivos de la universidad, ese paraíso intelectual con el que siempre soñé. He comenzado Publicidad y R.R.P.P. esta semana y va cargadita de creatividad y darle al coco. Como en todas partes, siempre hay gente "poco interesante", pero he conocido otras personas fantásticas y cada día voy conociendo a alguna más. Hombre, no creo que llegue a conocer a las 61 personas que están conmigo en clase, pero voy ampliando conocidos. Voy a tener que hacer muchos trabajos y leer y escribir y blablabla. Ya tengo ganas.

Respecto a la entrada anterior es puro autoengaño inducido. La verdad es que he estado peor que nunca entre esta entrada y la anterior, pero con la uni no tengo tiempo de pensar y ya no puedo estar triste. Supongo que es porque no me paro a pensar. Además tengo horario de tarde y estoy en proceso de habituarme, por aquello de los viajes y las comidas. He tenido que empezar a usar agenda para organizarme, no digo más...

En fin, solo quería comentar esto un poco para desahogar los dedos tecleando. Besitos.
Buenas noches, Shaisha.

20 septiembre 2008

Think big!

Nunca está todo tan mal. Y a veces ocurre que el tiempo si que acaba pasando. Incluso hay veces que ayuda a olvidar. Recurro al Principio de Arquímedes: "Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado." O lo que viene a ser lo mismo, con todo lo que me he ido hundiendo a mí misma, en algún momento tengo volver a la superficie.
Como siempre ocurre, miro atrás y los malos momentos se ven difuminados. Todos esos días tristes y grises se vuelven transparentes dejando ver sólo lo mejor. Y no es que haya sido mucho, porque el porcentaje es bastante bajo, pero me alegra que entre todos esos nubarrones haya algún rayo de sol.
Hombre, no estaría mal ver el sol.
Pero me conformaré con ver la sonrisa de un bicho, leer las palabras de un lejano amanecer y pensar que la suave brisa traerá a mis labios una reconfortante caricia...
aunque a penas quede el recuerdo de la anterior...
A menudo la esperanza nos da miedo por lo decepcionante que puede ser que al final resulte lo contrario de lo esperado.
Buenas tardes, Shaisha.

11 septiembre 2008

Tan obvio

Nunca me ha sido presentada como tan obvia la necesidad de alejarme de mi entorno. Desde que empezó al año no he sido capaz de disfrutar de absolutamente ningún momento genial, que en cambio al resto de mi gente le haya hecho disfrutar. Excepto cuando me he sentido rodeada de gente lejana, nueva o poco vista, o he estado en lugares literalmente apartados de mi entorno de costumbre. Y fíjate que no me cuestiono para nada haberlo pasado bien esas mínimas veces, pero por el contrario, esos "días felices" (que realmente eran dignos de disfrute) no han puesto en mi boca las palabras -Lo he pasado bien.-. Y me hace pensar sobre qué elementos predominan mi rutina, posibles detonantes. Pienso que a lo mejor debería dejar mis amistades de lado por su posible implicación, aunque no tengan ninguna culpa. Puede que su dependencia hacia mí me haga sentir mal. Pienso también en mi familia, sobre todo mi hermano. Y respecto a él no tengo ninguna duda, es la fuente de todo mi estrés y mala leche, de quien aprendí todas mis respuestas a la defensiva. Y es algo que también se me ha presentado más obviamente que nunca, porque ha pasado un día fuera y he estado de buen humor hasta el momento en el que ha vuelto y nada más abrir la boca, tan solo al verle cuando he pasado por nuestro cuarto, he empezado a ponerme nerviosa, a apretar la mandívula, han empezado a temblarme las manos, a mirar a otro lado cuando se me acerca.
Y es terrible. Creo que me voy a ir a la calle un rato, ahora de madrugada a ver si se me quita la presión o algo. No puedo más.
Hasta mañana, Shaisha.

01 septiembre 2008

Mi droga favorita

Mi mejor amiga en los peores momentos, mi inspiración cuando caigo.
Sus abrazos no son corrientes, me rodea con fuerza y me hace sentir que aún me queda un halo de vida.
Encontrarme cara a cara con ella me corta la respiración. Cada palabra que me transmite me evoca sentimientos jamás hallados.
Cerrar los ojos cuando me invade es lo más desahogador que he sentido nunca.
Y siento como me abriga, hasta el punto que dejo de percibir la diferencia entre el frío y el calor.
Hace confluir todos los sentimientos, buenos y malos, en una agridulce mezcla, porque es como el agua que acompaña a cada plato.
No quiere dejarte a solas, no quiere que la abandones. Porque es tu compañera.
Y siempre estará ahí.

Mi droga favorita, la tristeza.


Buenas noches, Shaisha.