29 abril 2007

The Known Unknown

La conocida Desconocida.

Soy una desconocida en el universo.
Soy una desconocida para más del 99'99% del mundo.
Soy una desconocida para la mayoría de de gente extranjera.
Soy una desconocida para la gente que pasa a mi lado al caminar cada día.
Soy una desconocida para aquel que no trata de conocerme.
Soy una desconocida para mí misma.
Soy una conocida tuya, que pasó de ser alguien casi cercano durante unas horas a alguien olvidado para el resto de tu vida.

Soy una conocida para ti que tratas de ver más allá.
Soy una conocida que podría ser tu amiga.

No podemos tratar de conocernos si no vamos más allá. Si no aceptamos lo que no nos gusta, rechazando lo anormal. Si no me entiendes... ¿Para qué hablar?

A todos vosotros, que me conocisteis en su día... nunca seré la misma que ayer o que mañana, pero si trataré de ser mejor.

19 abril 2007

Now

Ahora que han pasado 2 semanas, 2 semanas de vacaciones, he vuelto. Sin palabras para describir como respiro el aire que me rodea, palabras para describir como siento la estancia que me encierra y de la que salgo y me libera. Habiendo perdido un miedo: el de cambiar.
No lo sé... pero es pensar en esa palabra y me dan ganas de llorar. Recuerdo y recuerdo y consumo mi tiempo pensando en ello. Cambiar. Ir de viaje y volver cambiada, conocer a una persona y cambiar respecto a ella o que ella cambie respecto a mí, cambiar de opinión, cambiar de rutina, cambiar físicamente. Cuando alguien me encuentra cambiada me abandona. Cuando me encuentro cambiada me alejo. Pero ha ocurrido algo. He hecho un viaje, con miedo, que podría haberme cambiado (como a menudo). Pero esta vez no. Puede que viajes atrás no fuese la misma que soy ahora, pero ahora Soy. Y no quiero pensar en que Seré, quien tiempo atrás me viese cambiar debería empezar a conocerme ahora. Ahora que empiezo a dejar de cambiar sin parar. Ahora es el momento de empezar.
Buenas noches, Shaisha.

05 abril 2007

¿Tanto tiempo?

Es increíble. Lo inimaginable para mí. No lo entiendo. Era mi rutina... y me encantaba.

Llevo sin escribir en el blog demasiado tiempo. He estado enferma de sucesivos catarros y una amigdalitis que nisiquiera me enteré de que la sufría. Desconectada no solo de mi blog, sino de mis fotos también. ¿Dónde estoy, Shaisha? Creo que ya ni siquiera estoy. Pero echo de menos mi rutina. Me gustaba gastar mi tiempo en estudiar, escribir y hacerme fotos. Ahora con eso de pensar un poco más en mí y centrarme en alguien lo que hago es pasear, sonreir y ser feliz. Pero como siempre, encuentro pegas a todo. Estos días son simplemente geniales... tanto que a la mínima, un minúsculo problema me saca una lágrima. Siempre hay lugar para las dudas. Pero es tan irremediable que me conformo con tal de estar en paz y superar lo que me atrapa o me avergüenza. Si, soy un poco inconformista.

Por primera vez en meses, había salido de mi casa minutos antes de que llegaras. Siempre te hacía esperar y por una vez quería sorprenderte.
Al salir a la calle, abrí mi paraguas y me cerré la chaqueta. Me había puesto la primera sudadera que había en mi armario pues te iba a pedir que subieras a casa.
No podía esperar a verte y empecé a andar en dirección a tu casa. Cada esquina que localizaba a lo lejos, era una nueva ilusión de encontrarte. Cada vez que era doblada, una decepción.
Cuando empezaba a sentir el frío en todos los rincones de mi cuerpo, decidí llamarte mientras te esperaba. Pero lo habías olvidado. Por una vez...