14 agosto 2009

Óxido

Tengo una sobrecarga de emociones intensas. Me han pasado cosas en muy diferentes ámbitos y algunas han marcado mi camino. He sido conmovida, no he perdido la sonrisa ante la desesperación, he tenido alegrías muy fuertes y bajones bastante bajos. No consigo relajarme, pero al menos no estoy triste. Me encantaría gritar muy alto todo lo que guardo dentro, pero mantengo la compostura. Ahora mismo, la emoción más intensa que siento es la de expectación, porque me hallo algo perdida y me gustaría ver cómo será mi camino mañana. Qué digo, no puedo esperar más por que lleguen los días que han de venir.
Es hora de detener la oxidación de los engranajes, cambiar las piezas y montar un modelo nuevo. Decidir si mejor o peor será algo subjetivo, pero, desde luego, va a ser otra versión. Por fin.
¡Vamos, Shaisha! ^^.