17 octubre 2008

El porvenir

He tardado mucho en volver aquí, pero ya me tocaba. No es que algo vaya mal, y tampoco es que todo vaya sobre ruedas. Pero se está bien así.

Volvemos a la presión de hacer trabajos, estudiar, organizarme y mantenerme atenta. Quedan atrás dos años cargaditos de experiencia. Y delante, un futuro por escribir. Vuelvo a creer en la gente, sin cuestionármela, y eso es algo increíble. A veces hay que dejarse caer para dejar de temer el dolor.

He cumplido muchas de mis metas, superado muchos obstáculos y el tiempo va suavizando los duros trazos que marcan el camino recorrido. Probablemente fui yo la que presionó demasiado con el lápiz tratando de confiar en mis decisiones demasiado obstinadamente; pero estoy segura de que es mi nuevo presente el que me está ayudando a difuminar las líneas.

Entretanto, he perdido tiempo para perderlo divagando y entristeciéndome... pero también lo he perdido para mis proyectos personales. Qué rabia. Pero, al menos, me estoy leyendo un libro fantástico y muy recomendable que está saciando mi sed de conocimiento de una manera inimaginable. No voy a hacer publicidad del mismo, así que si alguien quiere saber más, que pregunte. Ah, es sobre la comunicación no verbal así que temedme, que os estoy viendo las bragas a todos.

Y eso, estoy pensando en hacer un pequeño escrito o, si supiese, dibujar un cómic, sobre "Cómo ser Alicia" para hacer una pequeña oda a mí actual autoestima. Otro proyecto al cajón.
Buenas noches, Shaisha.